Una Figura Eterna en el Corazón de Colombia
En el corazón vibrante de Colombia, destaca la figura eterna de Santa Madre Laura, una mujer cuya vida resonó con compasión y devoción hacia los más necesitados. En un país marcado por la historia y la fe, su legado trasciende generaciones, iluminando tanto el camino espiritual como el de la justicia social y la educación equitativa.
Orígenes y Dedicación a los Marginados
Nacida en Jericó, Antioquia, Laura Montoya Upegui dedicó su vida a la enseñanza y al servicio de los indígenas y comunidades marginadas. Como fundadora de la Congregación de las Hermanas Misioneras de María Inmaculada y de Santa Catalina de Siena, su obra se expandió desde los rincones más humildes hasta los corazones de millones de colombianos y personas alrededor del mundo.
Reconocimiento y Legado de Santidad
El reconocimiento de su santidad por la Iglesia Católica en 2013 elevó su legado a un estatus de veneración y ejemplo. Hoy, su vida es recordada no solo en los altares, sino también en las acciones cotidianas de quienes siguen su ejemplo de amor y servicio.
Una Guía en Tiempos de Desigualdad
En un mundo donde la desigualdad y los desafíos sociales son palpables, la vida de Santa Madre Laura ofrece una guía reconfortante. Su compromiso con la educación y la dignidad humana sigue inspirando iniciativas que buscan transformar vidas y comunidades enteras.
Un Faro de Inspiración Universal
Santa Madre Laura trasciende las barreras religiosas para convertirse en un faro de inspiración universal. Su vida nos desafía a abrazar la humanidad compartida y a trabajar juntos por un futuro donde la compasión sea la moneda de cambio y la fe, la fuerza que guíe nuestros pasos hacia la justicia y la paz duradera.

Alejandra Gómez
Psicóloga SuperDover
Especialista en Terapia Cognitivo-Conductual