La enfermedad de un ser querido, especialmente de una esposa, es una de las pruebas más difíciles que un hombre puede enfrentar en su vida. Como hombres de fe, el desafío no solo radica en el cuidado físico y emocional, sino en el apoyo emocional a esposa enferma y en mantener firme la esperanza y la confianza en Dios durante todo el proceso. ¿Cómo puede un esposo convertirse en el pilar que su esposa necesita cuando la adversidad toca a la puerta?
Lo primero es reconocer que, como hombres de fe, nuestro rol va más allá de ser proveedores o protectores en los buenos tiempos. En momentos de crisis, debemos ser el reflejo del amor y la paz de Dios. La enfermedad puede generar miedo, angustia y frustración, pero nuestra fe es la que puede calmar esas aguas turbulentas. Mantener una actitud de oración constante y recordar que Dios está en control, incluso cuando las circunstancias parecen fuera de lugar, es esencial al proporcionar apoyo emocional a esposa enferma.
Dimas, Carlos y Cristian, en su talk show Hombres de Fe, nos muestran que lo primero es estar presentes. No se trata solo de encontrar soluciones médicas o hacer todo por mejorar la situación física, sino de estar emocionalmente disponibles para nuestra pareja, demostrando apoyo emocional a esposa enferma. Hablar, escuchar y ser un apoyo constante puede ser tan importante como cualquier tratamiento. Además, debemos recordar que la fe no significa la ausencia de miedo, sino la confianza en que, pase lo que pase, Dios está con nosotros.
El segundo paso es ser un ejemplo de fortaleza en Cristo. A veces, ser el pilar de tu esposa significa también encontrar el equilibrio entre ser vulnerable y mantener la esperanza. El hombre de fe no es el que no se quiebra, sino el que se sostiene en su fe y lidera con el corazón lleno de amor y esperanza, ofreciendo así apoyo emocional a esposa enferma.
La enfermedad puede ser una gran prueba, pero también una oportunidad para crecer como pareja y fortalecer la fe. Los hombres de fe son aquellos que, aún en la tormenta, siguen confiando en que el amor de Dios nunca falla.
Cristian Rocha
Psicólogo Dover
Especialista en Neuropsicología y Gerontología