Soy Antonio Constanzo, todos me dicen Nino. Tengo 27 años y vivo en la ciudad de Mérida, Yucatán en México desde mis 6 años. A lo largo de mi vida pase por momentos donde me generaba mucha ansiedad y no encontraba la ayuda necesaria .
A los 20 empecé a buscar terapia pues necesitaba la ayuda para estar tranquilo y para calmar la ansiedad por estos problemas que vivi. Así que comencé a ir a terapia, por un lapso de dos años pasé por tres psicólogos, los cuales no le daban al clavo conmigo y tampoco me sentí tranquilo porque había ciertas cosas que discrepaban en lo que me decían y lo que creía con mi religión. He sido un católico toda la vida y su intervención no iba de la mano con quien soy y con lo que creo.
Al no hallar un lugar donde me sentía seguro y confiado que estaba avanzando me frustre mas y experimente mas intraquilidad. En esos momentos fue cuando me recomendaron a ir con Mer, la fundadora de Mindove, y les puedo asegurar que el el tipo de terapia psicoespiritual fue donde empecé a encontrar respuestas, me comencé a sentir tranquilo ya que sabía que estaba en el en el lugar correcto, en el momento correcto dado que todo lo que me decía en consulta iba de la mano de lo que yo creía.
Fue así como entonces la mayoría de mis preguntas acerca de mis vacíos y de mis dolores encontraron una respuesta en lo psicológico y espiritual al mismo tiempo. Hoy puedo reconocer que eso fue el éxito y a partir de allí comencé a vivir más tranquilo, comencé a crecer como persona y profesionalmente pero sobre todo, encontré la paz que tanto deseaba.
Hoy sé como lidiar con ciertas situaciones y me atrevo a decir que no puedo recomendar otro tipo de terapia si eres católico. En pocas palabras tengo que decir que la terapia psicoespiritual me cambió la vida pues encontré paz psicológica pero también espiritualmente crecí un montón.
Después de unos años, Mer me invitó a colaborar en el equipo fundador ayudando a conseguir recursos y donaciones. Estoy convencido en la misión que como organización tenemos y soy el primero en salir a convencer a quien sea del gran bien que podemos hacer a todo católico que está sufriendo como lo estuve, que ha intentado sanar por medio de múltiples ayudas y que, además, ha sentido amenazado su sistema de creencias cristiana y su fe.
Esta es la razón por la que colaboro en Mindove porque creo en el proyecto desde sus inicios cuando solo era una idea que Mer me platicaba. Fue así como me comprometí ayudando a que otros recuperan su salud mental desde la experiencia de vida que he tenido. Ha sido una grata experiencia sentir que he podido colaborar con mi grano de arena para que hoy sea una realidad después de un largo camino para nuestra iglesia y para tantos católicos alrededor del mundo.